Salud mental en el adulto y adulto mayor:

 
Salud mental en el adulto y adulto mayor:


La salud mental es un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, aprender y trabajar adecuadamente e integrarse en su entorno. 
La salud mental tiene un valor intrínseco y fundamental, y forma parte de nuestro bienestar general.  Hay una serie de factores individuales, familiares, ambientales y estructurales que, en conjunto, protegen o socavan la salud mental. Aunque la mayoría de las personas son resilientes, las que están expuestas a circunstancias adversas, como la pobreza, la violencia, las discapacidades y las desigualdades, corren más riesgo de tener problemas de salud mental. 

Muchas afecciones de salud mental se pueden tratar eficazmente a un costo relativamente bajo, pero los sistemas de salud siguen careciendo de recursos y en todo el mundo continúa habiendo deficiencias importantes en el acceso a los tratamientos. También ocurre a menudo que la atención a la salud mental no es de calidad suficiente. Las personas que tienen problemas de salud mental sufren estigmatización, discriminación y violaciones de los derechos humanos.

Que afecta la salud mental en los adultos:

Hay muchos factores diferentes que pueden afectar su salud mental, incluyendo:

  • Factores biológicos, como los genes o la química del cerebro
  • Experiencias de vida, como trauma o abuso
  • Antecedentes familiares de problemas de salud mental
  • Su estilo de vida, como la dieta, actividad física y consumo de sustancias

También puede modificar su salud mental tomando medidas para mejorarla, como hacer meditación, usar técnicas de relajación y ser agradecido.




Factores de riesgo:

A edades más avanzadas, la salud mental viene determinada no solo por el entorno físico y social, sino también por los efectos acumulativos de las experiencias de vida anteriores y los factores estresantes específicos relacionados con el envejecimiento. La exposición a la adversidad, la pérdida significativa de la capacidad intrínseca y una disminución de la funcionalidad pueden provocar angustia psicológica.

Los adultos mayores tienen más probabilidades de experimentar eventos adversos como el duelo, una reducción de los ingresos o un menor sentido de propósito con la jubilación. A pesar de sus muchas contribuciones a la sociedad, muchos adultos mayores son objeto de discriminación por motivos de edad (o edadismo), lo que puede afectar gravemente a su salud mental.
El aislamiento social y la soledad, que aquejan a cerca de una cuarta parte de las personas mayores, son factores de riesgo clave para padecer afecciones de salud mental en etapas posteriores de la vida. 

También lo es el maltrato a las personas de edad, que incluye cualquier tipo de abuso físico, verbal, psicológico, sexual o económico, así como el abandono. Uno de cada seis adultos mayores sufre malos tratos, a menudo por sus propios cuidadores. El maltrato de los adultos mayores tiene graves consecuencias y puede conducir a la depresión y la ansiedad.

Muchas personas mayores son cuidadoras de cónyuges con afecciones crónicas, como la demencia. Las responsabilidades de estos cuidados pueden ser abrumadoras y afectar a la salud mental del cuidador.
Algunos adultos mayores corren un mayor riesgo de sufrir depresión y ansiedad, debido a las pésimas condiciones de vida, la mala salud física o la falta de acceso a apoyo y servicios de calidad. 

Esto incluye a los adultos mayores que viven en entornos humanitarios y a los que padecen enfermedades crónicas (como cardiopatías, cáncer o ictus), afecciones neurológicas (como demencia) o problemas de abuso de sustancias.


Promoción y prevención:

Las estrategias de prevención y de promoción de la salud mental de los adultos mayores se centran en favorecer un envejecimiento saludable, lo que implica crear entornos físicos y sociales que faciliten el bienestar y permitan a las personas llevar a cabo las actividades que son importantes para ellas, a pesar de la pérdida de facultades.

Entre las estrategias clave de prevención y de promoción de la salud mental para un envejecimiento saludable figuran:

  • medidas para reducir la inseguridad financiera y la desigualdad de ingresos;
  • programas para garantizar viviendas, edificios públicos y transportes seguros y accesibles;
  • apoyo social a los adultos mayores y a sus cuidadores;
  • apoyo a los comportamientos saludables, especialmente a seguir un régimen alimentario equilibrado, mantenerse físicamente activo, abstenerse del tabaco y disminuir el consumo de alcohol; y
  • programas de salud y sociales dirigidos a grupos vulnerables, como los que viven solos o en zonas remotas y los que padecen una afección crónica.

Para los adultos mayores, la conexión social es particularmente importante para atenuar los factores de riesgo como el aislamiento social y la soledad. En esta etapa de la vida, las actividades sociales fructíferas pueden mejorar considerablemente la salud mental positiva, la satisfacción con la vida y la calidad de vida; también pueden reducir los síntomas depresivos. Algunos ejemplos de intervenciones son las iniciativas de amistad, los grupos comunitarios y de apoyo, la formación en habilidades sociales, los grupos de artes creativas, los servicios de ocio y educación y los programas de voluntariado.



Tratamiento y atención:

Es esencial reconocer y tratar con prontitud las afecciones de salud mental (y las consiguientes afecciones neurológicas y por abuso de sustancias) en los adultos mayores. A tal efecto, deben seguirse las normas de atención integrada para personas mayores, que se basan en la comunidad y se centran tanto en los cuidados a largo plazo de estas personas con problemas de salud mental y deterioro de la capacidad intrínseca, como en la educación, la formación y el apoyo a los cuidadores. 

Suele recomendarse una combinación de intervenciones de salud mental, junto con otros apoyos, a fin de abordar las necesidades de salud, cuidados personales y necesidades sociales de las personas.
La demencia es a menudo una preocupación importante. Afecta a la salud mental de las personas (por ejemplo, desencadenando síntomas de psicosis y depresión) y requiere acceso a una atención de salud mental de calidad.

También es fundamental responder al maltrato de los adultos mayores. Entre las intervenciones prometedoras figuran la notificación obligatoria de los malos tratos, los grupos de apoyo, los teléfonos de asistencia y los alojamientos de emergencia, los programas psicológicos para maltratadores, la formación de proveedores de atención de salud y otras intervenciones de apoyo a los cuidadores.

Tipos de actividades que puedes hacer para el bienestar de la salud mental:

  • Juego de memoria.
  • Juego de palabras.
  • Rompecabezas y puzzles.
  • Talleres y manualidades.
  • Música y bailes.
  • Leer libros o revistas.
  • Establece una rutina.
  • Domino.
  • Ajedrez.
  • Lotería.

Referencias bibliográficas:

  • https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-health-of-older-adults
  • https://www.gob.mx/inapam/articulos/salud-mental-en-personas-mayores
  • https://www.gob.mx/inapam/es/articulos/la-importancia-de-la-salud-mental-para-un-envejecimiento-saludable?idiom=es
  • https://www.minsalud.gov.co/Paginas/Mantener-la-salud-mental-de-adultos-mayores-es-la-tarea.aspx#:~:text=Facilitar%20ejercicios%20de%20agudeza%20mental,la%20inmovilidad%20en%20tiempos%20prolongados.

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